Columna Invitada: La hora del salario mínimo

STAFF:Matrix Noticias/CanalMatrix HD/Redacción/Por: Miguel Ángel Mancera Espinosa/ @ManceraMiguelMX

El trabajo duro y honesto merece un sueldo suficiente y digno. Ha llegado la hora.

Durante la última semana de agosto, el Gobierno de la Ciudad y un grupo de especialistas del más alto nivel, presentamos un documento al que llamamos “Política de recuperación de los salarios mínimos en México y el D.F.”. Ese planteamiento, fruto del mismo diálogo público y de diversos estudios técnicos y económicos, sugiere una ruta responsable y prudente, pero significativa, para el ascenso del salario mínimo de los trabajadores.

Se trata de un conjunto de diez medidas que dibujan un rumbo nuevo para los salarios mínimos. Esto requiere un acuerdo entre diversos actores de la sociedad, el Estado Mexicano, empresarios y trabajadores con el objeto de dar un primer paso -este mismo año- hacia la dignificación del salario mínimo. Elevarlo a 82.86 pesos, en 2015, permitirá a millones de mexicanos cubrir al menos sus necesidades más básicas.

Este planteamiento no es una idea al aire, ni mucho menos una ocurrencia política. Se trata de cumplir la letra y el espíritu de la Constitución que en su artículo 123, en su fracción VI, establece: “Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”.
Esto, además de ser un acto de justicia elemental, es una medida de sentido común que permitirá a millones de mexicanos mejorar sus condiciones de vida y paralelamente, estimular el crecimiento económico del país.

En los siguientes meses es importante evitar los riesgos de la inercia burocrática. Debemos cuidar que el salario mínimo se reencuentre con su verdadera función de garante de un ingreso decoroso y quitarle el carácter de unidad de medida de multas, tarifas, cuotas, entre otras funciones ajenas a su naturaleza. La desindización puede lograrse fácilmente, incluso en este mismo periodo de sesiones del Congreso, mediante una Ley General para la Unidad de Cuenta del Estado Mexicano. De esta suerte, el salario mínimo quedará liberado de ataduras, listo para ser discutido en sus propios términos.

Es necesario también, fortalecer a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos y dotarla de mayor autonomía, representatividad, transparencia y capacidad técnica. Al mismo tiempo, hemos propuesto integrar una comisión interinstitucional (SHCP, STPS, INEGI, CONEVAL) que dé seguimiento a la evolución de las variables macroeconómicas durante el periodo de revisión salarial, para darle sistema y método al proceso.

Esta propuesta incluye que a partir de 2015, la determinación de los salarios mínimos ocurra después de todas las negociaciones contractuales, de modo que, los aumentos sustantivos en los minisalarios no se constituyan en “señal” para el resto de los sueldos de mayor nivel.
Estoy confiado en que podemos acordar esas medidas en el ámbito federal, en el Congreso de la Unión y con el conjunto de estados que integran la República. No obstante, mientras esos acuerdos llegan, la Ciudad de México buscará avanzar en este planteamiento que, reitero, se basa en una profunda idea de justicia, de sentido común y de respeto a la Constitución.

Esta propuesta recoge una preocupación de todos los mexicanos de bien: el trabajo duro y honesto merece un sueldo digno y suficiente.
El ciudadano debe juzgar nuestro documento, pero me parece que en él se plantean medidas razonables y coherentes, colocadas en la mesa desde ahora, al inicio de las sesiones del Congreso de la Unión y cuatro meses antes de la emisión del decreto de los salarios mínimos para 2015.

Estamos abiertos al debate, le damos la bienvenida La suma de ideas puede enriquecer nuestra discusión y volverla expresión de un consenso nacional.
Estoy convencido de que la política de los salarios mínimos, a partir de ahora, debe ser una política de Estado que exprese un nuevo acuerdo social -que esté pendiente de las variables económicas pero que se constituya como un mensaje de equidad y justicia, esperado durante décadas, por los mexicanos que menos tienen.

Ha llegado la hora y seguiremos trabajando para conseguirlo.
El autor es jefe de Gobierno del Distrito Federal.